Muchas pólizas de seguros contemplan la cobertura de defensa o protección jurídica, también denominada reclamación de daños. A través de esta garantía la compañía corre con los gastos de reclamación por siniestros, evitando que sea el particular quien tenga que sufragar estos gastos de su dinero, hasta el límite que tenga determinado el contrato suscrito.
La activación de esta cobertura puede ser realizada por un abogado designado por el asegurado.
Las especificidades de las coberturas de la póliza, así como las exclusiones, se contienen en las condiciones particulares de la misma, que muchas veces no llegan a firmarse por el asegurado –ni a leerse-, por la simple razón de la contratación electrónica, tan masiva actualmente.
Si sufre un accidente y quiere reclamar por los daños sufridos, no dude en ponerse en contacto con Campo&Carrasco, despacho de abogados en Sevilla. Cobraremos cuando Vd. cobre y lo haremos a través de la cobertura de su póliza de seguros.